Las fresas

Ya te hemos dicho muchas veces que lo más importante para llevar una vida sana es una dieta variada, que incluya todo tipo de alimentos, esencialmente frutas y verduras. Pues hoy voy a hablaros de una fruta en especial, la fresa, y de los beneficios que ésta puede aportar a nuestra salud.

En primer lugar, las fresas contienen vitamina C, incluso en mayor cantidad que algunos cítricos. Esta vitamina es un gran antioxidante, y es necesaria para la reparación de tejidos y la formación de colágeno, por lo que nos ayudará a mantener nuestra piel sana y a combatir las arrugas. Además nos ayudará a prevenir el cáncer (el consumo de fresas ayuda a prevenir el cáncer de esófago), algunas cardiopatías; y también mejora la asimilación del hierro, por lo que su consumo está indicado para personas con anemias ferropénicas. (entrada: Vitamina C)
Por otra parte, nos proporcionan una gran cantidad de fibra y agua, lo que nos ayuda a eliminar toxinas al aumentar la diuresis y el funcionamiento intestinal. Esta propiedad convierte a las fresas en un alimento apropiado si lo que quieres es eliminar la celulitis, o si tienes hiperuricemia; además de ayudar a eliminar el estreñimiento.
Las fresas contienen también ácido salicílico, lo que les proporciona propiedades antiinflamatorias (adecuadas si padeces reuma) y anticoagulantes; ácido fólico, que te ayudará a conseguir un desarrollo óptimo de tu bebé durante el embarazo (entrada: Alimentación durante el embarazo); y potasio, para evitar enfermedades cardiovasculares, entre otras cosas (entrada: El potasio).
Por si fuera poco, están relacionadas con la prevención de enfermedades oculares, como las cataratas; con la reducción del acné, gracias a sus propiedades antibacterianas; y con la estimulación de la memoria a largo plazo. Son bajas en calorías, no contienen grasas, y son consideradas un buen afrodisíaco.

Como puedes ver, ¡lo tiene prácticamente todo! Aprovéchate no sólo de su gran sabor, sino de todos estos beneficios, y sin consecuencias para tu dieta.