Ya sólo quedan diez días para Nochebuena y el comienzo de las Navidades, pero en algunos supermercados y ya en las casas podemos ver desde hace algún tiempo que las despensas se van llenando de turrones. Duro, blando, de chocolate, de trufa, de coco... ¡hay muchísima variedad! Sin embargo, algunas personas deciden no darse el capricho ni siquiera por estas fechas para reducir al mínimo los quilos de más. Pero, ¿es tan malo el turrón? ¿Cuáles son los tipos más sanos y que menos engordan?
Los turrones tradicionales, el duro y el blando, están compuestos por almendra, huevo, azúcar y miel.
- La almendra es un fruto seco muy beneficioso para la salud, puesto que está relacionado con el descenso de los niveles de colesterol, ayudando a prevenir enfermedades vasculares y cardíacas. Además, pueden ayudarnos también a mejorar nuestra salud intestinal; contienen vitamina E y otros antioxidantes;y nos proporcionan un buen número de los ácidos grasos ensenciales.
- El huevo es una fuente de gran cantidad de proteínas, por lo que contiene todos los aminoácidos esenciales en las cantidades adecuadas. Contiene vitaminas, sobre todo del grupo B, relacionadas con la función cerebral y energética; algunas liposolubles con función antioxidante (A y E), y otras relacionadas con la absorción del calcio en el intestino (D).
- La miel tiene un sinfín de beneficios para nuestra salud. Entre ellos podemos encontrar que es buena para el corazón, que facilita la digestión y regula la función intestinal, ayuda a la formación de glóbulos rojos, y también a nuestro sistema inmunológico; entre muchas otras cosas.
Como podéis ver los ingredientes básicos de este dulce navideño no son perjudiciales para nuestra salud sino todo lo contrario, tienen múltiples propiedades favorables. Sin embargo, el problema está en el azúcar que contiene y en la cantidad de calorías. Es un alimento de alto valor calórico y gran cantidad de azúcar, lo que lo convierte en un peligro para nuestra dieta.
Estos perjuicios aumentan cuanto más industrial sea el producto, de tal forma que los turrones artesanales serán los más sanos, sobre todo los compuestos básicamente por almendra. Evita todos aquellos que contengan chocolate, licores, cremas... etc., ya que engordarán más.
Existen también turrones sin azúcares añadidos, que llevan edulcorantes artificiales. Si no quieres echar a perder tu dieta o eres diabético, puedes recurrir a este tipo; sin embargo fíjate bien y compara los valores energéticos, ya que podría darse el caso de que contuviera el mismo número o mayor de calorías que uno normal. Además te recordamos que el consumo de edulcorantes artificiales en grandes cantidades podría terminar por ser perjudicial para tu salud.
Lo realmente importante, escojas el tipo de turrón que escojas, es siempre controlar la cantidad. Ninguno de ellos, ni el que más calorías tenga, será dañino ni te hará engordar si lo tomas en medidas asumibles; de la misma forma que, por muy bajo en calorías que sea, no podrás darte un atracón de ninguno de estos tipos de turrón. Disfruta de estos sabrosos dulces de forma moderada, ¡recuerda que los excesos nunca son buenos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario