La vitamina C

Desde pequeños nos han insistido en la importancia de consumir cantidades suficientes de vitamina C, ya sea en zumos de cítricos como la naranja o en los propios cítricos de por sí. Pero, ¿por qué es tan necesaria esta vitamina? ¿Qué funciones tiene en nuestro organismo? A continuación te comentamos cuáles son sus principales funciones y en qué alimentos puedes encontrarla.

La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente esencial para el correcto desarrollo y crecimiento de todos los organismos. Sin embargo, en el organismo humano, no se produce de forma natural y es necesario ingerirla con nuestra dieta. Además, esta cantidad ingerida no se almacena sino que es eliminada a través de la orina, por lo que es necesario un consumo constante si queremos contar con sus beneficios.
- ¿Cuáles son estos beneficios? Esta vitamina es necesaria para la producción y reparación de tejidos, ya que interviene en la formación de la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. De la misma forma, es fundamental en la curación de heridas y en la aparición de cicatrices; además de reparar y mantener los cartílagos, huesos y dientes.
Por otra parte es un antioxidante, de manera que disminuye el envejecimiento, al mismo tiempo que ayuda a prevenir el cáncer, cardiopatías y otros trastornos.
Con frecuencia podemos escuchar que el consumo de vitamina C ayuda a prevenir también la aparición del catarro común. Si bien muchos estudios demuestran que esto no es cierto, sí lo es que aquellas personas que la toman con frecuencia van a tener, con mayor probabilidad, unos síntomas más leves y menos duraderos.
- ¿En qué alimentos podemos encontrarla? En todo tipo de frutas (en especial los cítricos, el kiwi, la sandía, la piña...) y verduras (brócoli, pimientos, tomates, repollo...), preferentemente crudas, ya que al cocinarlas pueden perder parte de la cantidad de vitamina C.

El principal problema relacionado con el déficit de ácido ascórbico es el escorbuto, que causa anemia, inflamación y sangrado de las encías (gingivitis), hemorragias cutáneas y debilidad en general.

Y ésta no es la única conscuencia de no tomar suficiente vitamina C, hay algunas más. ¿Cómo evitarlas? La cantidad diaria recomendada es, para una persona adulta, de 75 y 90 mg/día para hombres y mujeres, respectivamente.
Sabiendo todo esto, ¿qué mejor forma de empezar el día que con un zumo de naranja?