sábado, 24 de noviembre de 2012

Dietas hospitalarias.

Durante el tiempo de ingreso en el hospital cada paciente recibe una dieta personalizada, adaptada a sus necesidades o limitaciones alimenticias. Para ello, en cuanto llegan al hospital, se les realiza una entrevista en la que se les pregunta por la dieta que llevan en su domicilio, y por las enfermedades que influyan en los alimentos que pueden o no tomar. De esta forma, es necesario saber si el paciente padece de hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, problemas cardíacos, alergias, intolerancias, etc. Una vez conocidos estos datos, se pide una dieta adaptada a ellos, siendo las más comunes las siguientes:
  • Dieta basal
  • Dieta líquida
  • Dieta semilíquida
  • Dieta blanda
  • Dieta astringente
  • Dieta especial por sonda nasogástrica
  • Dieta hipocalórica de 1500 kcal.
  • Dieta hipocalórica de 2000 kcal.
  • Dieta absoluta.
  • Otras (sin gluten, sin lactosa, sin residuos, rica en fibra, para hipercolesterolemia...)

DIETA BASAL 
Pensada para aquellos pacientes que no necesitan ninguna modificación en su dieta, ya que pueden comer de todo sin ningún problema. Se trata de una dieta de aproximadamente 2500 kcal, adaptándose a las necesidade nutritivas de un paciente sin alteraciones alimenticias.

DIETA LÍQUIDA
Formada por líquidos claros (no leche), infusiones y zumos. Está pensada para aquellos pacientes que llegan de quirófano y están empezando a tolerar, o antes de ir a quirófano si se trata de operaciones intestinales. Es una dieta de bajo aporte calórico, por lo que debe ser compensada con sueroterapia.

DIETA SEMILÍQUIDA
A los líquidos de la dieta anterior se le añaden alimentos semisólidos como yogures, natillas, sopas, leche, flan, etc. Utilizada para pacientes con dificultades para masticar o deglutir, o de forma progresiva en los casos mencionados en la dieta líquida.

DIETA BLANDA
Muy similar a la dieta basal en cuanto a aportación energética, pero esencialmente formada por alimentos cocidos o blandos; pensada también para pacientes con dificultades para masticar, o para aquellos que sienten pesadez tras la comida.
Hay dos tipos de dieta blanda: la blanda de portoperatorio y la blanda mecánica. La blanda de postoperatorio es más suave que la mecánica y tiene menos calorías, pensada para substituír progresivamente a la dieta semilíquida en los pacientes recién operados.

DIETA ASTRINGENTE
Esta dieta se pide para aquellos pacientes que sufren una gastroenteritis, o cualquier enfermedad que pueda provocarle diarrea. Es, por lo tanto, una dieta sin residuos, muy pobre en fibra e irritantes intestinales, compuesta por alimentos como el arroz blanco, pollo, pescado o frutas cocidas, pan, etc.


DIETA ESPECIAL POR SONDA NASOGÁSTRICA
La alimentación por vía nasogástrica mediante sondaje, está indicada para aquellos pacientes que no puede ingerir los alimentos de forma normal o independiente, como es el caso de pacientes con incapacidad para deglutir, con estenosis o tumores esfágicos, así como para pacientes que no se encuentran conscientes (en coma, bajo sedación...). Se utilizan preparados enterales específicos para la alimentación por sonda nasogástrica, según los protocolos y las guías farmacológicas del propio hospital.

DIETA HIPOCALÓRICA DE 1500/2000 KCAL
Son dietas bajas en calorías y sin azúcar utilizadas en pacientes diabéticos o con exceso de peso. Se escoge una u otra en función del tipo de diabetes o del peso de la persona. A los pacientes diabéticos se les da, aproximadamente a las 23h, una colación para evitar hipoglucemias (un zumo, un yogur desnatado...).

DIETA ABSOLUTA
Es la restricción completa de la ingesta de alimentos y líquidos, también denominado ayuno. Se indica para aquellas personas que van a ser operadas, que empiezan este ayuno aproximadamente 8 horas antes de la operación (como mínimo). También se dejan en ayunas a los pacientes de postoperatorio inmediato, dependiendo su duración del tipo de intervención realizada. Debido a que el paciente no puede ingerir líquidos, las pérdidas corporales deberán ser compensadas con sueroterapia. Al terminar este tiempo de ayuno se realiza una tolerancia con una infusión o un poco de agua, para comprobar que el paciente puede retomar la dieta normal sin ningún problema.

Por último decir que la cantidad de diferentes dietas utilizadas en el ámbito hospitalario es mucho mayor, y que cualquiera de ellas puede ir con o sin sal, dependiendo de la orden facultativa.

Por supuesto no es necesario estar en el hospital para llevar una dieta adecuada. Infórmate a fondo acerca de las dietas que puedan interesarte y escoge la más adecuada para ti en cada momento. ¡No olvides que la salud es siempre lo más importante!

         

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