Por petición de una lectora, voy a hablaros hoy de la tasa de obesidad infantil en España, que supera ya el 20%. La idea de los niños mal alimentados y con exceso de peso ya no nos transporta a los Estados Unidos, lo vivimos aquí mismo; y vamos en camino de ponernos a la cabeza de Europa.
Probablemente recordaréis una reciente polémica protagonizada por un niño gallego con sobrepeso y sus padres, que ocultaron su paradero al saber que pretendían sacarles la custodia de su hijo. Quizá penséis que es un poco exagerado separar a un hijo de sus padres porque sufra obesidad, y puede que sea cierto. Pero lo que también es cierto es que es responsabilidad de los padres cuidar de sus hijos, y evitar que su salud se vea perjudicada por su exceso de peso.
De esta forma, en muchos países se han aprobado diversas leyes para retirar la tutela a aquellos padres con hijos obesos, y ya se han dado casos en los que se ha llevado a cabo. Evidentemente habría que estudiar y tener en cuenta una gran cantidad de factores que expliquen esta obesidad antes de decidir llegar hasta tal extremo.
Para empezar no hay que olvidar que el exceso de peso puede venir en parte determinado genéticamente, y que por lo tanto habrá niños con mayor predisposición a sufrirlo. Como es lógico, los padres no tienen nada que hacer frente a este factor y nunca podría ser culpado si ésta es la principal causa.
¿Dónde sí deben intervenir los padres? Pues, evidentemente, en la adquisición de hábitos favorables para su estado de salud. Es muy importante enseñar a un niño qué puede comer con más o menos frecuencia, fomentar la variedad en su dieta; y ésta es la fundamental tarea de un padre en cuanto al desarrollo de su hijo.
Si el niño puede escoger por sí mismo lo que va a comer todos los días, recurrirá a dulces, carnes, bollería, fritos... todo aquello que siempre gusta más a los niños pero que ni es sano ni variado. Los padres deben introducir en su dieta todo tipo de alimentos que les aporten todos los nutrientes necesarios para su desarrollo y, por difícil que sea, es fundamental que les enseñen a comer frutas, verdura y pescado. Si es necesario, ¡utiliza tu imaginación!
Por otra parte, es también muy importante acostumbrar a los niños desde pequeños a realizar ejercicio físico. Prueba con las actividades extraescolares que más le gusten y, para que le atraigan más, apúntalo junto con su grupo de amigos habituales, le será más fácil integrarse al principio y probablemente se lo pasará mejor. Así se habituará desde muy temprano a hacer deporte un número determinado de veces a la semana, y aprenderá a sentirse cómodo con ello.
Siempre os decimos que vuestra salud es lo más importante, pero... si hay algo que puede estar por encima, ¡sin duda es la salud de vuestros hijos!
Gracias Laura por atender a mi petición. Mi hijo tiene un año y quiero cuidarlo sano y con mucho amor.
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