El té verde

El té verde es una bebida cada vez más consumida, puesto que no sólo tiene buen sabor sino por las múltiples y diversas propiedades beneficiosas, que nos aporta de una forma natural.

Como infusión, el té verde tiene la principal propiedad de ser un poderoso antioxidante, ideal para luchar contra el envejecimiento de nuestras células y para mejorar nuestra circulación.
Su contenido en cafeína nos ayudará a mejorar nuestra agilidad mental, la concentración y el estímulo mental, de una forma sana.
Está firmemente relacionado con la prevención del cáncer de vejiga, de esófago, de ovarios y de páncreas; y algunos estudios lo relacionan también con la del cáncer de colon, de mama, de próstata, de pulmón, de estómago, de piel y de cuello de útero. Sin embargo, todos estos últimos no han sido evidenciados de forma eficaz.
Esta infusión también nos ayuda si sufrimos hipotensión, ya sea ortostática (mareos al levantarnos) o hipotensión normal, por ejemplo, después de comer. Ideal para personas mayores que la sufran.
Se relaciona también el consumo de té verde con la disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos, y se recomienda para personas con sobrepeso ya que podría ayudar a reducir la acumulación de grasa. 
Además, ayuda a reducir el riesgo o retrasar la aparición de Parkinson si se toma a diario; y a evitar la acumulación de placa en los dientes y la inflamación de las encías, evitando así la aparición de caries o gingivitis.
Se utiliza también con frecuencia para combatir la diarrea, pero su consumo para ello debe ser moderado.
Si se abusa del té verde, los niveles de cafeína pueden causar efectos secundarios, como la dificultad para conciliar el sueño, nerviosismo, irregularidad del ritmo cardiaco, irritabilidad, diarreas, mareos y muchas más. Sin embargo, para que esto suceda, el consumo debe ser muy alto, de más de cinco tazas al día, por ejemplo. Por ello, disfruta de los beneficios de esta infusión de una forma moderada, recuerda que todos los excesos son malos.